Y surgió una Luz
Podemos conseguir todas las metas y los éxitos que persigamos, tener toda la suerte que deseemos y continuar sintiéndonos vacíos, pero es imposible amar y ser desgraciado. Es imposible amar y malograrse.
Podemos conseguir todas las metas y los éxitos que persigamos, tener toda la suerte que deseemos y continuar sintiéndonos vacíos, pero es imposible amar y ser desgraciado. Es imposible amar y malograrse.
Ya es oficial. Aula Gestalt, el centro que alojó la escuela en la que comencé a formarme como terapeuta hace 25 años y en el que he estado desarrollando mi actividad profesional durante los últimos 17, finalmente cerrará sus puertas cuando acabe este año 2021.
Ayer, 12 de julio, murió Claudio. Desde que se propagó la noticia de su muerte, salimos de todas partes recordándolo, celebrándolo, agradeciendo, sintiéndolo, reencontrándonos y sabiéndonos unidos en este viaje. Claudio cambió el mundo viviendo. Claudio cambió el mundo. Por eso, y por mucho más. Va por ti, Claudio.
Hoy es el día del padre. Pero no del padre idealizado que tanto deseé e imaginé. Hoy es el día del padre real. Del que tuve. Del aquel que fue. Que se marchó pero se dejó encontrar. Del que no estuvo al principio pero quiso estar hasta el final. Sé bien lo dolorosa que fue su ausencia y las heridas que dejó. Pero también sé que la vida misma nos va llenando el cuerpo y el alma de cicatrices haciendo de nosotros lo que somos. De nosotros depende aprender a tomar y a agradecer la vida tal cual viene. Pues lo obvio es que eso es todo lo que tenemos, para bien o para mal.
Esta noche no nos desvelaremos; velaremos. Esta noche no burlaremos la muerte; honraremos la vida. Esta noche no nos disfrazaremos de muertos; nos desnudaremos de vivos. Esta noche no haremos fiesta entre las sombras; celebraremos la luz. Esta noche, los que aún estamos encenderemos una vela por todos y cada uno de quienes ya no estáis y honraremos vuestro recuerdo. Padres, hermanos, amigos e hijos no nacidos. A todos vosotros, gracias.
Veo a mi alrededor como la gente se transforma por momentos. Cambios súbitos de posicionamiento. Giros inesperados en sus patrones de pensamiento e ideologías. Discursos aprendidos que se expresan con unos niveles de agresividad y violencia sólo comparables con la rapidez con la que se propaga su contagio. Personas ayer sensatas, de pronto, han reemplazado la razón por la locura. Mentiras y manipulaciones de diferente signo, pero tan obvias las unas como las otras, se erigen como credo obligatorio so pena de vituperio y escarnio público. Los argumentos han perdido toda lógica, la moderación se torna sospechosa, la emocionalidad se desborda y la impulsividad toma el control.
Sólo hay una guerra verdadera: la que cada uno de nosotros libra en su interior, a menudo provocada por su parte más oscura, por su ceguera, por su orgullo herido, por su miedo, por su incapacidad de ver al otro, por el “tú me has herido a mí, ahora yo te hiero más a ti”… seguramente sabéis de lo que hablo ¿o no? Maldito ego.
"Rosa es una rosa es una rosa es una rosa" Gertrude Stein Hace varios días que este verso de Stein lleva dándome vueltas en la cabeza. Las cosas son lo que son, claro. Qué iban a ser si no. Y sin embargo... ¿tiene que ser así? A veces la vida, simplemente, nos arrastra. Quizás [...]
Voy a intentar ser sincero, brutalmente sincero. De muy joven, como era preceptivo al menos en mi generación y de manera connatural a mi narcisismo adolescente, estaba firmemente convencido de que todos los americanos eran idiotas. Un poco más tarde creí empezar a vislumbrar que lo que que era terriblemente idiota era una sociedad tan centrada [...]
Cuando yo era pequeño recuerdo haber echado una quiniela con mi abuela. La primera de mi vida. Recuerdo qué bien que me lo pasé con ella y toda la ilusión que le puse. Tanta, tanta, que realmente estaba convencido de que íbamos a acertar los 14. Podéis imaginaros mi decepción y mi descreimiento cuando toda [...]