10º aniversario de la Escuela del Taller de Gestalt

Esta fotografía fue tomada en septiembre de 1998 con motivo de la celebración del 10º aniversario de la Escuela del Taller de Gestalt durante uno de los talleres de formación anuales en los cuales nos reuníamos todas las promociones en curso. En ella aparecemos, además del equipo de la escuela, los integrantes de las promociones 2ª, 3ª y 4ª


 

Ya es oficial. Aula Gestalt, el centro que alojó la escuela en la que comencé a formarme como terapeuta hace 25 años y en el que he estado desarrollando mi actividad profesional durante los últimos 17, finalmente cerrará sus puertas cuando acabe este año 2021.

Atrás queda media vida de enriquecedoras experiencias compartidas con tantos excelentes colegas de profesión, algunos buenos amigos y un buen puñado de cómplices y compañeros de camino.

Me resulta dificil resumir en unas líneas todas las sensaciones e imágenes que afloran ante este hecho. Una profunda melancolía al recordar aquella época de juventud impetuosa que me impulsó a una intensa búsqueda que culminó con un brutal golpe de timón en mi carrera profesional. Toda la pasión de aquellos años, con sus aciertos y sus errores. Y aquellas deslumbrantes expectativas que poco a poco fueron dejando paso a una realidad mucho menos brillante pero cuánto más asentada y firme. El lento madurar que fueron dando los años de trabajo, de crisis y también de reposo y decantación de lo vivido. La gratitud por todo lo aprendido, la confianza y el apoyo brindados. Y la cada vez más nídida constatación de cómo la vida sigue adelante y los ciclos, inevitablemente, van llegando a su fin.

Todo se acaba. Aula Gestalt se acaba. Y llega el momento de soltar las amarras y continuar navegando el tiempo que aún me sea concedido, a veces en solitario, otras disfrutando de las nuevas alianzas forjadas durante el camino. Ni que decir tiene que el espíritu de Aula Gestalt ha dado forma a una parte de mi vida y, en consecuencia, se encuentra indisolublemente unido, no sólo a mi manera de trabajar y de enfocar mi quehacer terapéutico, sino a mi misma manera de estar en el mundo.

Por la parte que me toca, decir que seguiré ofreciendo mi trabajo para quien así lo desée, con la misma pasión y dedicación de siempre, en los espacios que mantengo junto con Marian, tanto en Barcelona como en Zaragoza, en nuestra consulta privada de La Casa de Gestalt.

No mucho más que decir…

Aula Gestalt, ¡hasta siempre!

David Magriñá