La Herida del Rey Pescador
Quién se ocupa del resentimiento. La herida del Rey Pescador nos obliga una y otra vez al enconamiento o la aventura, a la esterilidad o la transformación. No hay escapatoria posible.
Quién se ocupa del resentimiento. La herida del Rey Pescador nos obliga una y otra vez al enconamiento o la aventura, a la esterilidad o la transformación. No hay escapatoria posible.
El ángel no llegaba. Y no porque no fuera esperado con ganas. Simplemente sucedió que fueron pasando primero los días, y finalmente las horas, sin que se supiera nada de él. Extraño, porque ni la guerra, ni el dolor, ni la muerte, ni la crueldad, ni la ausencia, ni el expolio, ni la materialización de algunas de sus peores pesadillas y de otras desdichas con las que nunca había atormentado su imaginación habían retrasado antes sus encuentros.
El Guerrero construye la paz y protege la libertad. Otra cosa es una perversión de su razón de ser. Y muy frecuentemente, para ello son necesarios mucho más valor, disciplina, ecuanimidad, amor y sacrificio que para mantener encendidos el fuego de la batalla y las ataduras que nos seducen con sus promesas.
Es cierto que no podemos abarcar, y por tanto definir, el amor, pero sí que podemos ir acotando actitudes o rasgos. Hace unos días, hablábamos de querer y amar. Hoy os proponemos detenernos en una actitud: lo que nuestra siempre recordada Suzy Stroke llamaba quererse bien.
Continuamos avanzando con nuestro grupo de argonautas a través de los velos y las luces que rodean el amor. Esta vez, sobre el amor y el querer. La naturaleza del amor es opuesta a la del querer. Mientras el querer gira en torno a sí y muda según las apetencias del momento, el amor mira ampliamente y permanece. Por eso no podemos descansar ni confiar en la solidez del querer pero sí en la del amor. Sin embargo, los dos pueden manifestarse como grandes anhelos, alimentar intensos impulsos. A menudo se confunden.
En marzo de 2018, mientras celebrábamos el Día Internacional de la Mujer, dije que necesitaba también un Día Internacional del Hombre para celebraros, veros y sanarnos. Ya existía: el 19 de noviembre. Gracias, seguid siempre ahí.
Comenzamos una nueva singladura de nuestro querido grupo de argonautas preguntándonos a qué llamamos amor que no es amor. Y a qué no lo estamos llamando y sí lo es. Vaya por delante, y eso simplifica mucho la cuestión e incluso puede proporcionar descanso, que no podemos saber qué es el amor porque es mucho más grande que lo que cabe en cuanto humanamente alcanzamos a ser. Todo aparente éxito en definirlo o abarcarlo conllevará una reducción de su naturaleza que, tarde o temprano, hará saltar por los aires las conclusiones deducidas, de una forma teórica o práctica cuando no las dos, de nuestras premisas.
Dedicado a los guerreros que el pasado fin de semana del 8 al 10 de noviembre nos llevaron con sus proezas y sus vicisitudes a través del viaje de la 18ª edición del taller del Guerrero Interior. Gracias por tanta realidad, por tanta lucidez, por tanta sensibilidad, por tanta valentía... Rosa y Marian
Candle (Vladimir Kush) Hoy, entrando en la noche a través de la que pasamos del día de Todos los Santos al día de Difuntos, estoy haciendo al fin una tarea que tengo pendiente desde hace unos seis años más o menos. Puedo decir en mi defensa ante tanto retraso que no han pasado [...]
Ni las derrotas ni las victorias son definitivas, lo cual podrá favorecernos la humildad cuando vencemos y evitar que nos descorazonemos por completo cuando perdemos, pero nos deja a todos sin esperanza porque, por este camino de ganar o perder frente al contrario, que es el que más y mejor conocemos, la guerra nunca se acaba.