A las puertas de la Navidad, llevamos dentro la sensación de belleza que nos quedó del encuentro de ayer, de la meditación y el posterior compartir esa dionisiaca cena que se construyó tan fácilmente entre todos.

Es un milagro lo que pasa cuando las personas nos reunimos poniendo muestro corazón. Una y otra vez, sucede algo más grande que nosotros.

También echamos de menos a los amigos que finalmente, por distintas circunstancias, no pudieron acompañarnos ¡¡Os esperamos en la próxima!! Y deseamos que todo aquello que os impidió venir se vaya resolviendo de la manera mejor y más dulce.

Gracias de corazón a las hermosas personas que, con vuestra presencia, vuestra generosidad y vuestra participación, hicisteis posible la paz y la alegría. Felices de reencontrarnos con afectos de tanto tiempo y también de conocer a nueva gente bella.

¡¡¡Y muy feliz Navidad para todos desde La Casa de Gestalt!!!

David y Marian


Nota: Como en otras ocasiones, nos habéis pedido que compartiéramos los textos, esta vez de origen diverso, leídos durante la meditación. Aquí os los dejamos

En el fondo del corazón, ya presente como semilla desde que éramos niños, está la clave del misterio, De entre todos los regalos que hemos recibido, existen dos especialmente importantes: el anhelo y el asombro.

El anhelo es lo que nos impulsa a la plenitud, nos atrae y nos va dando la paz. El asombro es la inexplicable capacidad por la que reconocemos algo inmenso e innombrable que nos inunda, nos cambia…

Sólo desde la sencillez tenemos acceso al asombro y al anhelo.

(M y D)

 

Donde quiera que te encuentres sobre la tierra, tú, que desearías percibir el misterio que encierra el corazón de tu corazón, ¿presientes en ti, aunque fugaz, la callada espera de una presencia?

No desconoces la fragilidad de tu respuesta.

(H. Roger)

Al pasar de los días presentirás lo profundo, lo inmenso de un amor que sobrepasa todo conocimiento. Ahí encontrarás, hasta el final de tu vida, razón para maravillarte y la audacia para recomenzar una y otra vez.

En cada uno existe una parte de soledad que ninguna intimidad humana puede colmar.

Sin embargo, no estás nunca solo. Déjate sondear hasta tu propio corazón, descubrirás que en lo más profundo del ser, allí donde nadie se parece a nadie, […] … surge lo inesperado.

(H. Roger)

 

¿Quién ofrecerá lo mejor de sus dones creadores para reducir el sufrimiento sobre la tierra, allí donde hay enfermedades, hambre o una morada de miseria?

¿Quién comprenderá el grito de los pueblos que habitan “el sombrío país donde reina la muerte”? ¿Quién será fermento de paz y confianza para salir de la espiral de odio y miedo entre las personas y los pueblos?

Lejos de soportar los duros acontecimientos, es posible construir con ellos.

(H. Roger)

 

“Multiplicaste el gozo, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como gozan cuando se reparten las ganancias.

Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor. […]

Porque toda bota que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla y todo manto rebozado de sangre serán quemados, pasto del fuego.

Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Estará el poder sobre su hombro; y se llamará su nombre Maravilla de Consejero, Dios Fuerte, Siempre Padre, Príncipe de Paz.”

(De Isaías 9)

Eres mi Rey, mi Rey,
en mi corazón y en mi alma, eres mi fe.

Cuando exhalas tu aliento sobre mí, encuentro nueva vida.
¿Qué es una sola vida? Tú eres cien vidas para mí.

Sin Ti, el pan es veneno.
Tú eres el agua, el pan de cada día.

Por Ti el veneno es curación.
Tú eres azúcar y dulzura para mí.

Eres mi hierba y mi jardín, eres mi paraíso,
y mi ciprés y mi jazmín risueño.

Eres mi Rey, mi luna,
piedra preciosa y mina para mí.

Permanezco callado, habla Tú,
que eres razón de mis palabras.

Yalal ud-Din Rumi