Ayer se cumplieron seis años de los atentados de Las Ramblas de Barcelona. Al día siguiente de aquella experiencia sangrante, David publicó un texto que Facebook ha vuelto a traer para el recuerdo.

Sus palabras sencillas, profundas, sentidas me conmueven hoy de nuevo hondamente. De distintos modos, siguen siendo tan ciertas, tan dolorosas, tan actuales como entonces.

Él añade: «Y ni nos imaginábamos los duelos que estaban por llegar…»

Es posible que ahora sí que nos vayamos imaginando ya esos duelos…

Voy a compartir aquí con vosotros lo que escribió David el 18 de agosto de 2017 junto con la imagen que eligió entonces para acompañar su escrito ¡Ay, esa guerra que llevamos todos en el corazón!

Gracias, David.

 

 

…Y hoy ha vuelto a amanecer en el mediterráneo sin un atisbo de duelo. Como lo hizo ayer. Como volverá a hacerlo mañana. Y como seguirá haciéndolo cuando ya no quede nadie para verlo por habernos matado entre nosotros. No, la paz no es gratis. Ni fácil. No basta con llenarnos la boca con buenas intenciones y mejores propósitos. Que no, que la paz no es la ausencia de guerra, sino el final de la misma. Nos guste o no somos una especie guerrera y la paz es ese reino que aún nos queda por conquistar. Y así seguiremos, muriendo y matando, hasta que comprendamos que la única verdadera guerra es esa que llevamos todos en el corazón.

David Magriñá