Mujer escuchando el sonido de una caracola

Imaginaos que estamos en la misma habitación, sentados, escuchando música.

De pronto, entra un amigo mío, se presenta y nos pregunta si nos importa que suba el volumen de la música. Le decimos que puede hacerlo. Lo sube un montón, se queda un rato escuchando con nosotros y luego vuelve a dejar el volumen como estaba, se despide y se va.

Al rato, entra otro amigo mío, se presenta también y nos pregunta si tenemos inconveniente en que baje el volumen del aparato de música. Le decimos que no hay problema. Lo baja, se queda igualmente un rato escuchando la música con nosotros, lo deja como estaba, se despide y se va.

Y entonces yo os digo lo siguiente:

«De estos dos amigos míos, uno de ellos es un músico con una gran sensibilidad auditiva y un oído muy fino para los matices, y el otro se está quedando sordo».

¿Cuál es cuál?

Marian Quintillá