Feliz Navidad, queridos guerreros.
En esta noche próxima de invierno,
da un vuelco el ciego errar del albedrío
y afronta el corazón el desafío
de ser fiel en lo fuerte y en lo tierno.
Si aferrara el misterio, encontraría
puñados de ceniza entre las manos:
no puede asirse el vuelo de lo arcano
ni puede disecarse la alegría.
Sólo permanecer desde la esencia,
dejarse atravesar por la mirada
que vislumbra el final de nuestra guerra.
En el pecho, el calor de esa presencia.
En el alma, el reverso de la nada.
En los huesos, amor. Paz en la tierra.
Marian Quintillá
Cuanta belleza. Gracias Marian y mis mejores deseos para ti, poeta desconocida.
Gracias. También para ti los míos.
Cuanta belleza. Gracias Marian y mis mejores deseos para ti, poeta desconocida.
Gracias. También para ti los míos.
Cuanta belleza. Gracias Marian y mis mejores deseos para ti, poeta desconocida.
Gracias. También para ti los míos.
Cuanta belleza. Gracias Marian y mis mejores deseos para ti, poeta desconocida.
Gracias. También para ti los míos.
Gracias. También para ti los míos.
Gracias. También para ti los míos.
🙂 <3
🙂 <3
🙂 <3
🙂 <3
Hay que ser muy poeta para enfrentarse con exito al desafio de un Soneto.
Y Marian lo es.
Mostrándonos con ternura y misterio, un espejo endecasálabo en donde mirarnos.
Gracias Marian.
Gracias a ti, Agustín. Por lo comprendido, por lo compartido y por lo disfrutado, poeta.
Os deseo lo mismo gracias por todo!
🙂