Mireia DarderEste cambio interior pasa por escapar del papel de víctima y abrirse a la nueva vida que fluye a través de la mujer para transformarse en otra que se siente amada en lugar de violada. Pasa por que el acercamiento sexual del hombre se haga desde un afán de compartir placer y no desde la competencia, de la cual resulta un dominador y un vencido, un ganador y un perdedor. Se trata de perder el miedo a lo desconocido y encontrar el coraje de dejar de controlar renunciando a la seguridad de las creencias rígidas propias del patriarcado. Es el paso necesario para dejar de ser víctimas y convertirse en mujeres animadas. Cuando nos abrimos de forma amorosa al instinto y al inconsciente, a todo aquello que es más grande que nosotros, en lugar de vivirlo como algo que nos domina, entonces podemos pasar de la violación al arrobamiento. Es un acto de rendición de nuestro ego que implica que este es lo suficientemente fuerte para resistir ante la nueva energía que lo sacude. Esta capacidad de nuestro ego solo es posible si está asentado en sus raíces biológicas y es capaz de aceptar su propia identidad ideológica y espiritual.

[…] Para conseguir este cambio en el que la mujer pasa de ser víctima a amante, es necesario un trabajo corporal que libere toda la resistencia física que el miedo ha contenido hasta entonces y, además, permita flexibilizar la rigidez de las ideas a través de la expresión corporal. Ofrece la posibilidad de acoger el dolor provocado por la resistencia y disolverlo a través de una actitud amorosa hacia él.»

MIREIA DARDER. Nacidas para el placer: instinto y sexualidad en la mujer.

Carrie Vielle