«¿Por qué no ha sido posible la verdad y el arrepentimiento? ¿Por qué la memoria nos conduce al rencor más que a la reconciliación, y a la venganza y no al perdón? La gente dice que la Guerra Civil ya no interesa a nadie, y eso es verdad hasta que se empieza a hablar de la Guerra Civil; en ese momento todos vuelven a hablar de ella de la manera más acalorada y belicosa. ¿Por qué el hombre recuerda mejor sus sufrimientos que cuando fue feliz? ¿Es porque la memoria histórica tiene que ver con el mito y las fabulaciones, arenas movedizas, más que con la Historia? Nos decía en la carrera don Alfonso González Carretero, el especialista en Reyes Católicos, que si en Filosofía era fácil encontrar una teoría de un gran filósofo probando algo, y otra, de otro gran filósofo, probando lo contrario, en Historia lo mismo: un hecho puede probar una cosa y su contraria, dependiendo de la habilidad del historiador. Yo debo de ser un historiador pésimo, porque pese a descubrir hechos que nadie conocía, y mostrárselos a todos, no he podido convencer a nadie.»

Ayer no más

Andrés Trapiello