Para acabar con la guerra, acabar con nuestras guerras.
En la familia. En el trabajo. Con los vecinos. Con «esos otros que están estropeando el mundo». Con nuestros viejos o nuestros nuevos sueños. Con nuestras frustraciones. Dentro de nuestra propia mente y de nuestro propio corazón…
Para acabar la guerra, construir la paz aquí dentro.
Y así no echar más leña al fuego intentando apagarlo
ni encender fuegos nuevos.
Para acabar la guerra, desarmarse.
¿Qué vamos a hacer para acabar la guerra?
El ruido no sirve: distrae, da la sensación de que algo está ocurriendo ya mientras hay movimiento sin avance.
El sonido es algo distinto ¿Cuál es el sonido necesario, el ladrillo de cada uno, en nuestra vida, en esta misma hora?
Cada mañana, nos vestimos de soldados y nos colgamos del cinturón nuestras armas sin darnos cuenta. Para que no nos pisen. Por los nuestros. Por la justicia… Hay miles de razones.
Todos tenemos razones.
¿Cómo vamos a acabar la guerra con tantas razones?
No hay muchas guerras, sólo una, extensa, continua, mundial. A veces, sutil. A veces, horrible.
Hace tiempo estuvo de moda aquello de que el batir de alas de una mariposa en una punta del mundo podía desencadenar una tormenta cataclísmica en la otra.
¿Podrá la paz sencilla de nuestra vida cotidiana desencadenar una paz más amplia?
No callemos. Estemos presentes, activos, disponibles. En paz.
Para acabar con la guerra, la paz. Aquí. Ya.
Marian
Gracias Marian.
No puedo dejar de recordar esta canción mientras leo tu texto:
https://www.youtube.com/watch?v=gSUPSuzUzKo
No la traduciré toda aquí; sólo destacaré el verso en el que dice
«We fight the fire while we’re feeding the flames»
es decir
«Combatimos el fuego mientras alimentamos las llamas»
Verdaderamente pienso que cuando tan bienintencionadamente pretendemos acabar con las guerras de fuera antes de haber abordado las propias, no hacemos sino combatir el fuego alimentando las llamas.
Saludos
Gracias a ti por esa canción 🙂
Me inspiran mucho estas palabras en mi relación con el mundo. Me acuerdo de un taller que me ha ayudado con el tiempo a ver mi miedo y a aceptarlo y a sentir donde mi fuerza reside en relación con los otros. Me acuerdo de ti, Marian y como no, de Rosa, dos magníficas terapeutas a las que siempre os daré las gracias y mi amor. Os quiero mucho!!
Gracias, Isabel, por la generosidad y el cariño de tus palabras. Me alegro de todas las comprensiones que has ido encontrando en tu camino, y de toda la consciencia y la voluntad que has puesto para poder obtenerlas. Un abrazo.
Y os deseo que os vaya muy bien el taller!!
Gracias, Isabel, por la generosidad y el cariño de tus palabras. Me alegro de todas las comprensiones que has ido encontrando en tu camino, y de toda la consciencia y la voluntad que has puesto para poder obtenerlas. Un abrazo.
Un abrazo Marian!!