«Hester rehusó imaginarlo y, no obstante, sintió una dolorosa compasión por aquella mujer de quien nada más sabía. ¿Cómo era posible que la felicidad en la que creías fuese tan increíblemente frágil? Un día tienes un hogar, un lugar en la sociedad y lo único que verdaderamente importa, un compañero del alma. Y al día siguiente todo ha desaparecido, sin que te lo haya arrebatado previsiblemente el tiempo o la enfermedad, de un modo atroz y sin motivo. La desgracia arrasa con todo lo que creías conocer y te deja con algo que tan sólo guarda la apariencia de lo que tenías, llevándose toda certidumbre consigo.
– ¡Hester! – Interrumpió la voz de Monk en sus pensamientos.
– Es así, ¿verdad? – inquirió -. Todo lo que te importaba desaparece de un plumazo.
– Sí. Amar siempre es peligroso. – Esbozó una sonrisa triste y le acarició la mano a través de la mesa -. Tal como me has dicho en más de una ocasión, lo único peor que existe es no amar»
MARION HULME (ANNE PERRY). Un mar oscuro.
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