De duelos y pérdidas (II) – Todo cuanto podemos hacer
Uno de los grandes escollos para transitar un duelo suele aparecer en forma de acumulación de asuntos pendientes. Sin embargo, antes o después nos damos cuenta de que todo cuanto podemos hacer es, simplemente, decir adiós. Y qué mejor manera de despedirse que dar las cuentas por saldadas, darse la vuelta y... desearse lo mejor. O, al menos, que nos vaya bien. O, dicho en castizo, que nos den. Que no es lo mismo, pero es igual. Pues bastante tiene ya con lo suyo cada cual.