Inmensidad II

Hoy, releyendo un para mí sobrecogedor libro de poemas, publicado hace veinticinco años por un hombre que era consciente de estar llegando al final de su vida, he dado con este soneto y ya no se me ha ocurrido que esta vez pueda compartir con vosotros otra cosa:

VII

Nunca podrás, dolor, acorralarme.
Podrás alzar mis ojos hacia el llanto,
secar mi lengua, amordazar mi canto,
sajar mi corazón y desguazarme.

Podrás entre tus rejas encerrarme,
destruir los castillos que levanto,
ungir todas mis horas con tu espanto.
Pero nunca podrás acobardarme.

Puedo amar en el potro de tortura.
Puedo reír cosido por tus lanzas.
Puedo ver en la oscura noche oscura.
Llego, dolor, a donde tú no alcanzas.
Yo decido mi sangre y su espesura.
Yo soy el dueño de mis esperanzas.

José Luis Martín Descalzo. Soneto VII de «Primer presentimiento de la muerte». Del libro «Testamento del Pájaro Solitario».