La Rueda Infinita
Atravesar la ilusión del mundo supone un absoluto salto al abismo porque sólo maya y la carne son palpables. Qué aterrador. Quién no conoce este miedo. La máquina soy yo, al fin y al cabo. Cuál será el buen juicio indispensable para atreverse a seguir ese camino en el que todo nuestro ser está, al fin, encajado pero ya no encaja en el mundo que lo seduce y lo domina.