Hechos de lo mismo

Por |2018-03-23T01:19:57+01:0023 de marzo, 2018|Blog, El viajero que abandonó su mapa, Escritos|

Qué tenía que perder. Nada. No le quedaba nada. Aquello, comprendió, lo hacía libre, fuerte, imprevisible... peligroso, incluso. Únicamente lo que permaneciera vivo en su corazón lo seguiría anclando a la especie humana, evitando que depredara por placer o dolor.