DesvaríosLa cuestión no es a quién tenemos con nosotros a nuestro lado, sino quién nos tiene a nosotros a su lado. Lo demás sucede solo.

El miedo que nos lleva a temer perder lo que tenemos, el que nos empuja a no acabar de tomar lo que tenemos por si luego lo perdemos, y el que nos impide tomar lo que tenemos por miedo a perdernos algo mejor son el mismo miedo (y espero que  me disculpéis porque esto es prácticamente un trabalenguas…).

Nada hay que nos haga más esclavos ni más débiles que ponernos a nosotros mismos por delante de todo. 

Mientras las cosas banales parecen poder sostenernos, vivimos dormidos, distraídos con un deseo tras otro, persiguiendo logros, caprichos y metas. Y nos parece sensato y maduro. En el momento en el que la vida nos muestra su verdadera seriedad, comprendemos que nada de eso es capaz de sustentarnos. ¡¡Pero el mundo es tan apetitoso hasta en sus expresiones más aburridas…!! Hay que darse muchos cabezazos contra la pared para llegar a creer que lo que parecía verdad es mentira y lo que parecía mentira es verdad.

Cuanto tememos perder ya está perdido. Y aquello que anhela nuestra naturaleza más profunda ya nos ha sido dado.

Mucho de lo que somos viene de lo que hemos recibido. Y acaba siendo bien cierto que, de todo lo que tenemos, lo único que no se pierde es aquello que damos.

Marian Quintillá